martes, 22 de diciembre de 2009

Una canción: Judy and the dream of horses

Aquí os dejamos una canción del grupo escocés Belle & Sebastian, titulada Judy and the dreams of horses, que refleja el mundo de una adolescente. Este grupo siempre ha tenido los conflictos de la adolescencia muy presentes en sus letras y esta es una de las canciones donde eso se hace más presente.

La letra está en inglés, pero confiamos en que con un diccionario a mano, aquellos que quieran entenderla podrán.

Judy wrote the saddest song
She showed it to a boy in school today
Judy, where did you go wrong?
You used to make me smile when I was down
Judy was a teenage rebel
She did it with a boy when she was young
She gave herself to books and learning
She gave herself to being number one
Judy, I don't know you if you're gonna show me everything
Judy, I don't know you if you're gonna show me everything

Judy got a book at school
She went under the cover with her torch
She fell asleep till it was morning
She dreamt about the girl who stole a horse
Judy never felt so good except when she was sleeping
Judy never felt so good except when she was sleeping

Judy, let's go for a walk
We can kiss and do whatever you want
But you will be disappointed
You will fall asleep with ants in your pants
Judy, you're just trying to find and keep the dream of horses
And the song she wrote was Judy and the Dream of Horses
Dream of Horses
You dream of horses

The best looking boys are taken
The best looking girls are staying inside
So Judy, where does that leave you?
Walking the street from morning to night
With a star upon your shoulder lighting up the path that you walk
With a parrot on your shoulder, saying everything when you talk
If you're ever feeling blue
Then write another song about your dream of horses
Write a song about your dream of horses
Call it Judy And The Dream Of Horses
Call it Judy And The Dream Of Horses
You dream of horses

Vídeo

Adolescentes y literatura

El mercado editorial dedica parte de su catálogo a la llamada literatura juvenil, que trata de reflejar las inquietudes que los autores creen que los adolescentes tienen.
Los estudios hechos sobre lectura entre adolescentes españoles dicen que muchos chicos y chicas que durante la infancia han sido lectores dejan de leer en torno a los 14 (Diario Público). Más llamativo resulta que muchos de los que lo dejan, cuando llegan a una edad cercana a los 20, retoman el hábito.
Podría parecer que uno de los motivos para esto puede ser que esta literatura juvenil, sus tramas, sus personajes, no logren reflejar las inquietudes del adolescente actual. Aunque ninguna de las especialidades de este máster somos de Lengua y Literatura, nos parece interesante este estudio sobre la literatura juvenil que se escribe en España hoy en día, llevado a cabo por una profesora de secundaria.

Televisión para niños

Os ponemos aquí un enlace a un artículo de opinión de Rafael Sánchez Ferlosio que apareció en el Diario El Pías el pasado domingo 20 de diciembre, en el que el autor reflexiona sobre la influencia de los medios de masas en la formación de los niños (en general de los que serán nuestros alumnos) y lo difícil que le resulta a los padres y a los profesores enfrentarse a esas influencias.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Emos, mods y canis

Creo que la gran diferencia existente entre estas tres tribus urbanas radica principalmente en el modo en que se enfrentan a la vida.Los canis son chicos totalmente faltos de ideales y motivaciones. No tienen ningún objetivo en la vida y esto los empuja a la delincuencia, favorecida por el ambiente en el que viven: barrios de clase media y media-baja, donde los problemas sociales suelen estar más presentes. Algo parecido le ocurre a los emos, pero su respuesta a esa falta de motivación e incomprensión es aislarse y mostrar tristeza. En este caso son chavales que lo tienen todo, pero no le encuentran un sentido a la vida. Son dos formas de reaccionar diferentes a una misma causa: la falta de ideales y motivaciones. Esto es diferente en el caso de los mods, que al contrario que canis y emos, sí tenían inquietudes. Eran jóvenes preocupados por las últimas tendencias europeas en diferentes ámbitos: moda, música, literatura, etc. y se interesan por el progreso y el avance.

Los Mods

El movimiento mod (del inglés modernism -modernismo-) fue un movimiento musical y cultural basado en la moda y la música que se desarrolló en Londres, Reino Unido a finales de la década de 1950 y que alcanzó su culmen durante la primera mitad de la década de 1960. Los seguidores de esta corriente fueron conocidos como mods, y se localizaban sobre todo en el sur de Inglaterra, aunque también eran numerosos en ciertas ciudades del norte (como Manchester, o incluso Liverpool). Los elementos más significativos son música, moda y scooters.

El movimiento mod surgió en el Reino Unido en 1958 promovido por adolescentes con relaciones familiares con el negocio de la sastrería. Estos mods primigénios eran de clase media y mostraban interés por las nuevas modas que llegaban del continente, tales como los trajes entallados italianos, y estilos musicales negros estadounidenses, como el modern jazz y el rhythm and blues. Está muy extendida la creencia de que tanto mods como sus rivales los rockers surgieron a partir de los Teddy boys, una subcultura que floreció en Inglaterra en los 1950s. Los Teddy boys estaban influidos por el rock n' roll estadounidense, vestían en estilo eduardiano y lucían peinados pompadour o quiff.

Los mods estaban interesados, por lo general, en los estilos del continente europeo: conducían motonetas italianas, bebían café expreso, se cortaban el pelo al estilo francés y veían cine de la Nueva Ola. Frecuentaban los mismos clubes londinenses que los estudiantes franceses y estudiaban sus ropas. Los mods se veían a sí mismos como ciudadanos de Europa o del mundo, más que simplemente residentes británicos. Los modernistas también eran intelectuales, y leían a los poetas beat y a los escritores existencialistas.

La vestimenta de los mods sufrió algunas modificaciones a comienzos de los 60. La chaqueta, hecha a medida, llevaba tres o cuatro botones y era de color oscuro o tonic. La camisa tenía por lo general el cuello corto de punta o redondeado y las mancuernas en el pulso estaban muy de moda. El nudo en la corbata era estrecho. Los mocasines podían ser en piel de cocodrilo y de diversos colores. La pinta más casual era la camiseta con el laurel de Fred Perry, jeans Levi's con pequeños dobleces, las "Desert Boots" de Clarks, "Bowling Shoes" y camisa Ben Sherman. Para protegerse de la intemperie durante los viajes en la motoneta, llevaban la parka, adornada de símbolos mods como flechas, dianas y banderas británicas. Lambretta "tercera serie" o "TV" y Vespa "GS" eran los modelos más utilizados y tenían muchos accesorios.

Obviamente existía también la versión femenina del mod: la modette. Inicialmente vestía ropa un poco masculina como el "sta press" Levi's, camiseta Perry y mocasines. Hacia el año 65, la pinta de las mod girls fue influida por la difusión del "pop art". Nacían los vestidos enteros o a tres piezas, decorados con formas geométricas y con colores muy vivos. El estilo también se caracterizaba por el corte de cabello: liso, con la carrera por la mitad o con capul.

Practicaban una filosofía de "vida limpia bajo circunstancias difíciles". Querían tener sólo lo mejor de lo mejor: la mejor música, la mejor ropa, los mejores libros, el mejor medio de transporte... que rara vez son los más caros o los más populares, aunque pueden serlo ocasionalmente. ”Avanzar y aprender" son las palabras claves de la esencia modernista. Conceptos como movimiento, acción y creación estaban bien arraigados en la mente de los mods y se concretaban en desplazamientos frenéticos de una parte a otra de la ciudad. El "avanzar" implicaba la búsqueda de lo que pudiera estar en la vanguardia musical o de vestuario, para después abandonarlo cuando se hacía masivo y banal. Solamente de esta manera se podían sumergir en el estilo de vida modernista, cultivándolo y afinándolo progresivamente y confrontándose con los más sofisticados. Esto significaba "aprender".


Los Canis



Canis es un término que se utiliza en España para definir a jóvenes apolíticos, sin ideales, con inclinación al crimen, a la violencia hacia los demás estratos de la sociedad y a la delincuencia y el delito como medio de subsistencia. Muchos dicen que son los herederos de los barrios gitanos y tienen diferentes nombres dependiendo de la región: canis, killos, burracos, majolillos, anganos. Esta tribu urbana está tomando fuerza en toda España y se suele dar en barrios de clase media y media-baja.

Los canis al igual que en la mayor parte de las tribus urbanas, están compuestos por una mezcla de personas, niños que no tienen en claro lo que hacen, que son los canis verdaderos, y otros que sólo llevan la estética por el hecho de pertenecer a alguna tribu y de alguna manera ser parte de algo. Se visten para integrarse en el grupo, pero no todos son delincuentes.

Su vestimenta característica son las gorras, zapatillas de marca, generalmente Nike, ropa deportiva, anillos de oro, sellos, cadenas, etc.

Sus enemigos son claramente los pijos, que todo lo que tienen lo reciben sin ningún esfuerzo, creyéndose superiores por el poder adquisitivo y la influencia que ejercen sus padres, motivo por el que los desprecian.





domingo, 13 de diciembre de 2009


Puede decirse que identidad personal es la que hace que uno sea "uno mismo" y no "otro". Cada ser humano es único en medio de semejantes que no son idénticos entre sí. Como dice Martin Buber: "En este mundo cada persona representa algo nuevo, algo que nunca ha existido todavía, algo único y original."
Consiste en un conjunto de rasgos personales que crean la realidad de cada uno y se proyecta hacia el mundo exterior, de manera que el resto de las personas puedan reconocer a la persona desde esa originalidad creada.
La identidad se consigue exteriorizando la personalidad del ser humano, de forma que permita a la propia persona verse a sí misma formando parte de un todo general y a su vez, como una persona única y distinta a todas las demás.
Algunos autores diferencian entre:
  • la identidad: información cuantitativa y cualitativa
  • el ser observable y medible: asegura que se trata de un individuo y no de otro
  • la identificación personal: destaca caracteres propios y distintivos que hacen que cada persona se diferencie de los demás
Por tanto, la identidad personal no se agota únicamente en la identificación.

¿Qué entendemos por identidad?


Puede decirse que identidad personal es la que hace que uno sea “sí mismo” y no “otro”. Cada ser humano es único en medio de semejantes que no son idénticos entre sí. Como dice Martin Buber: “En este mundo cada persona representa algo nuevo, algo que nunca ha existido todavía, algo único y original.” Consiste en un conjunto de rasgos personales que crean la realidad de cada uno y se proyecta hacia el mundo exterior, de manera que el resto de las personas puedan reconocer a la persona desde esa originalidad creada.

La identidad se consigue exteriorizando la personalidad del ser humano, de forma que permita a la propia persona verse a sí misma formando parte de un todo general y a su vez, como una persona única y distinta a todas las demás.

Algunos autores diferencian entre
  • La identidad: información cuantitativa y cualitativa
  • El ser observable y medible: asegura que se trata de un individuo y no de otro
  • La identificación personal: destaca caracteres propios y distintivos que hacen que cada persona se diferencie de los demás
Por tanto, la identidad personal no se agota únicamente en la identificación.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Construyendo el futuro

En el artículo, el experto recomienda, como factor más importante antes de elegir la carrera (y tengamos en cuenta que elegir la carrera no es sólo elegir a qué dedicar 5 o más años de duro trabajo, sino condicionar en gran medida toda nuestra vida laboral) la información. Me parece muy acertada, y tan simple, su frase: "nadie puede elegir lo que no conoce".
Cuántas veces saltamos, como estudiantes, y en un futuro cercano como educadores cercanos a esos estudiantes a punto de abandonar el bachillerato, por encima de estas ideas tan simples. Sin información clara, el alumno queda con unos referentes poco fiables (lo que él piensa que es la carrera, lo que los padres puedan pensar que es mejor para él, la experiencia en la universidad de un amigo o hermano), y acaba, en muchos casos, eligiendo a ciegas. A veces acierta. Otras no.
Como Elisa, también estoy en ese numeroso grupo (en torno al 50%, nos dicen en el artículo) que abandona la carrera después del primer año en ella. Elegí una primera opción (Ingeniería Industrial) guiado por esas voces que me decían que sería conveniente elegir, por encima de todo, una carrera con salidas laborales. Pasé por encima de vocaciones (Físicas o Matemáticas) y al año siguiente, arrepentido, acabé cambiándome a Físicas. A esa edad te da la sensación de haber hecho algo terriblemente mal, de haber perdido todo un año de tu vida, y quizá hoy en día un año me pese menos, y haya comprendido que de todo se aprende, pero hubiera preferido haber comenzado la carrera que habría de terminar.
Uno debe estudiar y luego desempeñar su trabajo en aquel campo que se aproxime lo más posible a sus intereses y aptitudes. Creo que un buen consejo, y en eso vuelvo a coincidir con el experto, es elegir lo que se prefiera. Al fin y al cabo, uno pasará muchas horas de su vida adulta trabajando, y siempre debe mirar por su bienestar, por su felicidad. Uno, si está dispuesto a sacrificarse, acabará encontrando un trabajo en ese campo, quizá con más esfuerzo que si hubiera estudiado otra carrera con un acceso más inmediato al mundo laboral, pero tiene toda una vida por delante para trabajar muchas horas al día en algo que le resulte atractivo.
Creo que es importante que todos (orientadores, padres, profesores) traten de ayudar a los alumnos, mostrándole los pros y contras de cada una de las posibles elecciones, sin tratar de imponer los gustos propios, a esos alumnos a los que como dice el artículo, suelen gustarles por igual entre 3 y 5 carreras, e ir ayudando al proceso de maduración del alumno que llegado al momento tendrá la última palabra.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Construyendo el futuro

En general, estoy bastante de acuerdo con las respuestas dadas en la entrevista: http://www.educared.org.ar/entrepadres/seccion03/03/index.asp?id=1455

En el momento en el que se tiene que tomar la decisión sobre cuál será nuestro futuro laboral o profesional no se suele estar preparado, no se dispone de suficiente información.

Siempre me ha sorprendido la falta de ayuda que se tiene a la hora decidir algo tan importante. Es una elección fundamental no sólo para un buen desempeño de la profesión sino para la propia felicidad de la persona.

Personalmente, formo parte del 50% de la gente que deja la carrera en el primer año, al darse cuenta de que se ha equivocado. Cuando no se tiene una vocación clara, se tienen buenas notas para poder elegir entre múltiples carreras y la familia te permite elegir sin presiones, la cosa se complica mucho. Acudir a un orientador en mi caso tampoco fue la solución, ya que se limitaba a leer la explicación de las asignaturas de las diferentes carreras, en términos que yo no entendía. Un test de orientación vocacional, me parece un comienzo, siempre sabiendo que solo es un indicador.

Un error en la elección, según los apoyos que se tengan, puede desembocar en un simple cambio a lo que se quiere, en un abandono total de la idea de estudiar o, en el peor caso, en mi opinión, en terminar una carrera que no nos guste.

La solución, como indica Ricardo, es tener información sobre las profesiones, sobre las carreras, pero información que un adolescente pueda entender, por ejemplo, charlas de alumnos que hayan comenzado los estudios, que los hayan terminado, charlas de trabajadores… Puede parecer excesivo esfuerzo para los educadores y padres pero ¿hay algo más importante que la elección de tu futuro profesional en un contexto educativo?

lunes, 7 de diciembre de 2009

Emos y tribus urbanas

Mi primera noticia sobre los “emos” fue el verano pasado, al leer un artículo aparecido en El País (Emos, visual o lolitas elija usted mismo). En mi adolescencia no tan lejana había conocido punkis, heavys, hippies, pijos, skin heads, ultras futboleros, góticos, hiphoperos, bakalas, pero ya me había quedado, al parecer, y como en tantas otras cosas, anticuado.

Estas nuevas tribus han difuminado las fronteras, nos dice el artículo, y son tan efímeras como cualquier otra moda, aunque sus miembros las sientan como algo trascendental. Presentan, tanto los emos como las demás nuevas tribus urbanas, una fuerte influencia del mundo japonés (principalmente de la estética del cómic manga) y los sociólogos han empezado a detectar grupos importantes de personas que siguen perteneciendo a tal o cual tribu cuando ya han superado ampliamente los treinta. La adolescencia, en general, ha difuminado sus barreras temporales en las sociedades ricas, y esto no es más que otro síntoma. Los adolescentes (o postadolescentes) se encuentran sin trabajo, sin relaciones estables, sin creencias firmes (religiosas o ideológicas, que hermanaron mucho en otras épocas) y se apoyan en el grupo de iguales, también carente de los referentes tradicionales.

Los emos no son una tribu con normas estrictas de pertenencia, pues su estética se ha construido mezclando influencias diversas. Todos parecen coincidir en los pantalones de pitillo, las zapatillas Converse y el flequillo tapándoles al menos un ojo. Se hunden en la tristeza y potencian mucho el sentimiento de incomprensión y aislamiento del mundo que es común a muchos adolescentes, y algunos se definen abiertamente como potenciales suicidas y en el artículo una chica también considera que la bisexualidad es un rasgo definitorio de los emos (opinión que otros emos no comparten, parece, según uno de ellos, que hay tantos tipos de emos como emos). El artículo “Emos, la tribu de los adolescentes tristes”, incide mucho en el carácter antisocial de este grupo y llama la atención sobre algunas costumbres extendidas entre ellos como hacerse cortes (habla de vídeos en youtube en los que esto puede verse). Los adolescentes, como siempre han hecho, buscan distinguirse del mundo de los adultos, sentirse diferentes pero a la vez protegidos dentro de un grupo que los acepta y apoya por cómo son, por su estética, sus gustos, tan importantes a estas edades. Los emos también comparten la música, y son seguidores de una corriente musical llamada emocional hardcore (grupo representativo: My Chemical Romance).

Hablaremos también de las lolitas y los otakus:
Confundido sin duda por la novela de Nabokov y la película de Kubrick, pensaba que una Lolita era una adolescente ingenua que despertaba la lascivia de hombres maduros y solitarios, pero estas nuevas lolitas del siglo XXI rechazan ese arquetipo. Gustan de vestirse de una manera recargada, a imagen y semejanza de la moda inglesa victoriana, y utilizan lazos, diademas, corsés, pololos y parasoles, como muñecas de época. Les gusta juntarse para tomar el té, charlar, pasear, ir de picnic o visitar museos. Una de las lolitas del artículo dice que ellas reivindican el buen gusto, el respeto, la inocencia. Tratan de revivir una cierta aristocracia. Son apasionadas de la moda y dentro de la tendencia general de las lolitas distinguen subgrupos.

Los otakus son, en pocas palabras, entusiastas de todo lo japonés (cómic manga, videojuegos, …). Otaku, en japonés, es una palabra más bien despectiva que significa, aproximadamente, lo mismo que freak (ya masivamente adoptada en España). No tienen una estética tan claramente definida como otros grupos y a veces quedan para disfrazarse de personajes de cómic.

Todos estos grupos han crecido mucho gracias a internet, y se expanden rápidamente con los nuevos medios tecnológicos. Las nuevas tribus responden a las mismas inquietudes que las viejas tribus, a las mismas inquietudes de todo adolescente abrumado por el mundo aunque no busque el cobijo de una tribu tan identificable. Han perdido todo referente ideológico (que sí tenían otras tribus como los punks). Los padres siguen teniendo miedo de que sus hijos se metan en problemas y relacionan sus “pintas”(que de entrada rechazan) con comportamientos de riesgo (autolesiones, drogas, …) y la sociedad los sigue mirando extrañada.

Reconozco que veo con asombro a la gente que forma estos grupos. Pero entiendo que su comportamiento no queda demasiado lejos de lo normal en la adolescencia y que no se trata más que de una respuesta a tantas preguntas que se les agolpan en la cabeza. Estos nuevos movimientos están sin duda más influidos que nunca por la sociedad de consumo y la rendición a las modas, y tienen las puertas más abiertas que nunca a las influencias externas de la sociedad globalizada. Tengo más dudas respecto a los jóvenes que llegan a la treintena con tanta necesidad de seguir perteneciendo a un grupo tan definido, pues intuyo que no han madurado lo suficiente y que quizá aún no han logrado abandonar la adolescencia, y algún día deberán superar esa etapa.